Para nuestro aniversario número 3, mi novia me ha regalado esta maravilla de libro, quizá el mejor en su género, que aquí les comparto.
Es un panorama por el fascinante mundo de los juguetes de lata, especializándose en Robots y naves espaciales. Las fotos están tomadas de la colección de Teruhisa Kitahara (que también escribió los textos) uno de los mayores coleccionistas de juguetes de lata del mundo y que fundó siete museos en Japón. Las fotos son obra del también oriental Yukio Shimizu.
EL comentario de Taschen habla de nostalgia, pero no hace falta: estos objetos se disfrutan de por si por su extraña belleza. También dice que estos juguetes “…son testigos de la historia; han sobrevivido a guerras y crisis, y nos hablan de las modas, los colores y las tendencias de su tiempo.”
Como suele pasar con las ediciones de Taschen, el libro en si es una hermosa pieza. Tiene poco texto y cientos de fotos a color, maravillosamente tomadas. Es un libro fundamental para los amantes de los juguetes, de la ciencia ficción vintage, o de la belleza en general.
Tapa dura, 16 x 22,5 cm. 352 páginas a color
El libro se divide en tres partes, la primera y más amplia está dedicada a los robots y naves espaciales de lata de los 50s y 60s. Aquí algunas fotos.
Algunos son mostrados con sus cajas
La segunda parte es la menos extensa y está dedicada a figuras y escenarios. Arranca con piezas de los años 20s
La tercera y última está dedicada a autos, mayormente de los 50s
Los futuristas también tienen su espacio
2ª parte: Mi colección
En la segunda parte de este post les muestro parte de mi humilde colección de juguetes de lata y robots.
Aquí una ranita y una cebra chinas en su caja, con su cuerda aparte y un pollito japonés marca Modern toys
Nací a finales de 1979, todavía había juguetes de lata (dejaron de fabricarse a fines de esta década, si no me equivoco). Tenía unos cuantos, la mayoría los vendí en mi adolescencia, para comprarme cds de música clásica, cosa que nunca me voy a perdonar. Incluido un magnífico robot con engranajes, sonido y luces. Pero algunos otros me quedaron guardados en el galpón… aquí algunos de ellos, como el famoso Jeep loco y un avión de la marca argentina Halcón
El resto de los San Mauricio y Gorgo están ahora en manos de otros coleccionistas
Había muchos de este tipo de triciclos a cuerda. El osito es argentino, de la marca Vispa, y también lo conservo de niño. El Papá Noel es japonés y lo adquirí en una de mis búsquedas. El globo no lo traía así que le coloqué uno de otro juguete más nuevo. En el banderín original decía Merry Christmas.
Los cuatro modelos de pajaritos japoneses Mikuni (para ver el post cliquear AQUÍ)
Esta belleza combina baquelita y lata, cosa que era bastante común en los juguetes de cuerda son figuras
Con respecto a los robots, es un vicio excesivamente caro. Hay una novela sobre un coleccionista que comete todo tipo de delitos para sustentar su afición a los robots. Como yo no llegaré a eso (o por lo menos haré el esfuerzo, jaja) por ahora esto es lo que tengo en robots, y en el futuro adquiriré algunas réplicas.
De estos tres a cuerda los dos primeros son de mi infancia y el otro lo compré. El primero es un Puky argentino; el de lata del medio tambien es industria argentina y utiliza la matriz y litografía del japonés Yone Toys, ambos de los 70s. El último es una copia china del 85 del Yone japones del 71 (ver más detalles)
Dos robots más de los grandes, pero son de plástico, de principios de los 80s
No se si tiene que ver con la nota, pero son mi debilidad: Los robots de Star Wars. Estas figuras 3/4 están hechas por Kenner en la época de las películas (1977-83)
Tres Rocket racer de lata litografiada, fabricados en China en los 90s al estilo vintage de los 50s
